Miedo

Tania -de tres años- ha tenido problemas para acostumbrarse a su nueva escuela. Llora por las mañanas y me dice que tiene miedo. Le digo que tenemos que vencerlo, y que yo la voy a acompañar a hacerlo. Cada vez tiene menos miedo.
 
Hoy me dijo que quiere ser grande, para ya haber vencido el miedo. Le dije, con lágrimas en los ojos, que nuevos miedos, más grandes, están ahí esperando a que crezca. Nunca se terminan los miedos a vencer. Pero aprender a vencerlos es seguir en la esperanza.
 
 
Oscuridad. Luego mucha luz. Luego más oscuridad. Pero no importa. El instante de luz vale los siglos de oscuridad.
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