Walter Alcudia, respondiendo a una convocatoria que lancé en mi página web viejita, hace varios años, responde algunas preguntas que yo tenía puestas ahí. Como me mandó sus respuestas por correo, las pongo en este sitio para que quede constancia de ellas.
……
Cómo podemos saber qué es verdad?
R. De ninguna manera, nada es garantía de nada. El humano es imperfecto y, como tal -oh, paradoja- todo es cuestionable.
¿Qué criterios usar para distinguir lo bueno de lo malo?
R. Solo Dios, si crees en él y tu conciencia, si la tienes, son los únicos jueces de quienes podrás depender.
¿Es malo estar triste? Sí lo es, la disforia (tristeza) persistente por más de dos semanas es un síntoma de la depresión, enfermedad mortal pues orilla al suicidio. La tristeza temporal nos hace menos eficientes, distraídos y nos hace presa de un malestar que contagiamos.
¿Existen los recuerdos?
R. Sí, se elaboran en el sistema límbico y son los que nos hacen concientes de nuestra propia existencia. Por ejemplo, el síndrome de Korsakoff en los alcohólicos crónicos destruye la capacidad para construir nuevos recuerdos aunque los antiguos se conserven y el enfermo se convierte en un breve visitante del presente, un minusválido. Un recuerdo es más vívido entre más sentidos hallan participado en su construcción.
¿Tendrá alguna utilidad el dolor propio y el ajeno?
R. Sí y no, el dolor físico nos avisa que se está produciendo un daño el cual se debe atender para conservar la integridad física, en cambio el dolor emocional tiene su origen en una pérdida valiosa o duelo, en ocasiones irreparable, y es el más destructivo pues no tiene razón de ser. Ante el dolor físico y emocional ajeno solo podemos ser útiles en el primero pero no en el último. Ciertamente es muy difícil aliviar el dolor emocional, propio o ajeno, salvo que se recupere el elemento perdido, si no, solo el tiempo.
¿Por qué algunos valoran más el poder y el dinero en vez de una vida familiar tranquila?
R. Por el tipo de temperamento con el que nacemos el cual pude ser pasivo o agresivo y está en función de nuestros niveles estándares de adrenalina. El temperamento puede ser bien o mal canalizado por el carácter (educación y aprendizaje social) y en conjunto conformar la personalidad. En algún momento un individuo de temperamento agresivo distorsiona los conceptos de poder y de riqueza (el poder es para servir a los demás no para servirse de ellos) y hace de éstos su principal objetivo. Una vida familiar tranquila y pacífica traduce el bienestar y equilibrio emocional de un sujeto de temperamento pasivo pero no es muy estimulante a la vista de los demás.
——-
Conste que esas son las respuestas de Walter. Yo nomás me hago responsable de las preguntas. 
El rincón de Lazarus 