Ana Karen, de un año y medio, es feliz cuando se le quitan los calcetines y puede explorar libremente sus deditos de los pies. El domingo cuando le quité los calcetines notó que entre su dedito gordo y el que sigue tenía pelusa de calcetín, y se divirtió quitándosela. Y luego, pasó al siguiente par de dedos. Luego ¡pasó al siguiente par de dedos! avanzó sistemáticamente para limpiar los espacios entre sus deditos… pienso que los seres humanos, desde muy pequeños, tenemos un aprecio a lo ordenado; nuestra mente prefiere organizar las cosas que no organizarlas. Pienso que eso es una de las cosas que nos hacen humanos. Pienso en Ana Karen y su sonrisa mientras explora sus deditos.
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Esa anécdota es muy bella. Probablemente deberá prepararse para brindarle formación a una ingeniero =), ya tiene los síntomas y el método. Sería muy bien recibida en el gremio.
=)
Saludos Doctor
Hola, Andrés. Me gustaría mucho que mi hijo no fuera la excepción de la regla. Su recámara es indescriptible. Sospecho que el desorden es para él una necesidad vital. Saludos. Maria.
Mmmhh si, la evolucion es un proceso de ordenamiento, me gusto eso de los deditos de ana karen.
Acá estoy, maravillada, con una sonrisa de boba pintada en la cara, reconociendo el milagro de todos los días. No sé qué me produce más ternura, doctor; si ver cómo la pequeña Querubín, cachetitos de durazno, va mostrando desde tan joven las tendecias ordenadas y estructuradas que heredó de su padre, o el que tú te des el tiempo de observarlo, disfrutarlo. atesorarlo en la memoria y compartirlo con tus lectores.
Si conocieras a mis hermanos varones desde niños, mi querido doctor, te inclinarías más a pensar que el caso de Ana Karen es un típico caso de herencia y no "que los seres humanos, desde muy pequeños, tenemos un aprecio a lo ordenado; nuestra mente prefiere organizar las cosas que no organizarlas". Je, je.
Un abrazo, todavía con la sonrisa de boba maravillada pintada en el rostro.
Es una entrada de esas que se antoja guardar en la caja de zapatos, doc.
Diana