Una vez, una tromba enorme, demoledora, devastadora, arrasó la mitad del pueblo de Ésu.
Todos aquellos que tenían espíritu guerrero salieron a perseguir a la tromba, con la intención de rodearla y hacerle sentir la furia de sus espadas, lanzas y flechas.
Los que tenían espíritu práctico, se pusieron a reconstruir el pueblo, y a ayudar a los damnificados.
Los que tenían lleno el corazón, decidieron dejar el pueblo más hermoso que como estaba antes de la tromba, y trabajaron duro junto con los demás para la reconstrucción, pero no sólo eso: trabajaron igual de duro despues para llenar de flores las zonas que habían sido devastadas.
¿Con cuál de las tres actitudes vas a enfrentar la próxima tromba que te barra por dentro?
El rincón de Lazarus 
A las pruebas me remitiré… 🙂
Saludos!!
Iliana.
Las trombas no me gustan… no del todo… bueno, inclusive me causan un poco de miedo pero… también tengo lleno el corazón. Creo que plantaría flores en las zonas devastadas. Sí, flores blancas, y haría un cerco pequeño con piedras de colores. Un saludo, Doctor.
Habrá que esperar la tromba para saber, porque por lo general nunca acabamos haciendo aquéllo de lo que estábamos seguros haríamos en tal o cual circunstancia. Finalmente somos impredecibles, doc.
Pero definitívamente hay algo seductor en las trombas: ¡la maravilla de empezar todo desde cero! ¡Poder hacer algo nuevo y superior a lo que fue alguna vez! ¡Vivan las trombas! Síiiii
Un Abrazote;
Hildrun
Me dio risa, mucha, al imaginar a los guerreros queriendo hacer daño a la tromba y mi risa se fue apagando y me dio un tanto de tristeza al llegar al final y si me ve ahora, las lagrimas empañan mis ojos.
Despues de que pasó la tromba, no salí tras ella, los daños habian sido cuantiosos y no dejaron nada en pie, arrasaron con los sueños y casi todo aquello que se habia contruído, poco a poco el lugar se fue reconstruyendo, llevó años, hoy es más fuerte, con un jardín salpicado de flores.
Pues no sé. Si pienso un poco he tomado las tres actitudes en varias ocasiones y sobre la misma tromba. A reflexionar.
Me identifico/simpatizo con la estirpe guerrera por su actitud quijotesca y poco practica,pero si fuese el comandante de dichos guerreros les diria…: ¡Eh, tropa, vuelvan!,¡Lo que hay que hacer no es perseguirla;a la tromba le da igual la venganza!;¡Prevengamos que esto pase de nuevo y montemos guardia mientras los otros dos grupos construyen un nucleo civil más fuerte!