Teleología

 
Un día, la naturaleza, jugando con su propia mente, nomás por aburrimiento, se planteó el siguiente
 
PROBLEMA:
Lograr que exista al menos una raza de seres con conciencia
 
lo cual la llevó a las siguientes
 
DIRECTRICES DE SOLUCIÓN:
a) Dotar a alguna especie con inteligencia
b) Dotar a la misma especie con sensibilidad
 
de lo cual se desprende el consecutivo
 
PROBLEMA:
Lograr que los adultos de la especie objetivo cuiden de sus crías con extrema dedicación para que éstas tengan tiempo y espacio para desarrollar inteligencia y sensibilidad
 
a partir de lo que se obtienen estas
 
DIRECTRICES DE SOLUCIÓN:
a) hacer hermosas a las crías
b) hacer que las crías sonrían a sus cuidadores instintivamente
c) hacer que las crías parezcan frágiles, cuando en realidad son bien fuertes
d) dotar a las crías con fabulosos instintos de curiosidad y exploración
 
… claro que todo esto sólo puede ser cierto si la naturaleza es teleológica, es decir, si hace consecuencias cuyas causas están en el futuro, y no en el pasado.
 
Ante una naturaleza no teleológica (que es más probable), la belleza, curiosidad y fortaleza de las crías surgio primiero.
 
Y después, la conciencia.
 
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2 respuestas a Teleología

  1. Cerrando el círculo dijo:

    Hola.
    Es interesante tu planteamiento.
    Con toda seguridad la naturaleza es teleológica pero los humanos estamos perdiendo nuestra naturaleza. Apenas nos queda de ella el instinto.
    Saludos. Hada Verde

  2. Diana dijo:

    Cuando observo a mi hija me doy cuenta de algo maravilloso: Hay en ella una comprensión de todo lo que la rodea, una comprensión natural, quizá no razonada todavía, es instintiva, pura, sin prejuicios. Acepta lo que hay y como es, su curiosidad es infinita y no por eso deja de haber ciertas manifestaciones de prudencia nata, cierto instinto del peligro, de riesgo. Cuando ella ve a alguien llorar o gritar, se le acerca y aunque no sabe hablar bien, toca a la persona que está mal, le mira a los ojos fijamente y le hace caritas y le dice dándole golpecitos en el brazo: "Ya, ya, ya, ño llode" (no llores). Mientras más cerca estamos de nuestro estado original, sin contaminaciones "racionales" adultas,  con más claridad manifestamos el carácter teleológico de la naturaleza. Nacemos inteligentes y sensibles, ingredientes básicos para ser concientes., la vaina se la echa la vida después a quien se deja.
    Saludos
     Diana

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