Tania y la psicología

 

-¡Tú eres una veterinaria, papá!

 

-No, hija. Rosy es veterinaria.

 

-¿Entonces tú qué eres?

 

-Yo soy psicólogo

 

-¿Qué es ser psicólogo?

 

-Hum… significa que trabajo con la mente de las personas.

 

-¡Te voy a acusar con tu jefe que haces eso!

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5 respuestas a Tania y la psicología

  1. Bicho de luz dijo:

    Hola Andrés. Tienes una niña muy lista ¿por qué razón habrá pensado que eres veterinario? Adoro leer las anécdotas divertidas con tus hijos. Saludos. María.

  2. Lazarus dijo:

    Yo creo que Tania no pensó que soy veterinario (o veterinaria), sino que le gustó la palabra para soltármela. Es un pasatiempo que yo le heredé: de pronto, agarrar a alguien e increparlo, más o menos así: ¡Paraguas! ¡Fidegonio! ¡Clepsidra!
    La cara que pone el otro vale la búsqueda de palabras raras  🙂

  3. Diana dijo:

    Ja, ja, ja, ja. Hola, Doc. ¡Qué chistoso!
    He conocido médicos que se comportan como veterinarios, pero psicólogos no, no hasta ahora. Tal vez debiste decirle a tu beba que trabajas ayudando a las personas a poner en orden su mente y no que "Trabajas con la mente de las personas", así le queda bien claro que tu trabajo lo haces con tu propia y muy brillante mente, doc, y no te acusa con tu jefe, ji, ji. ¡Padre e hija igual de pilas! Da gusto leer estas cosas.
    Un abrazo;
    Diana, con problemas de conexión a internet.

  4. Fabiola dijo:

    La ética de Tania es fenomenal, "eso de trabajar con la mente de las personas" de primera instancia suena a laboratorio de Frankestein Doctor, tal vez eso explica la reacción. =) Esa niña me cae muy bien.
    Saludos
     

  5. Bicho de luz dijo:

    Hola Andrés.
    Vengo a agradecerte el texto que dejaste en mi pequeño planeta, no lo había leido antes. Lamento que se haya guardado una copia en caché de la misiva que publiqué y retiré del pequeño planeta. Es mi propósito que el blog se mantenga en la misma línea que ha seguido hasta el momento. No se si queda claro, no me molesta ver mi pseudónimo repetido en todos lados, tampoco ver mis textos o parte de ellos en diversos blogs firmados por otras personas, los veo como cosas libres que pueden ser tomadas por quien lo desee. Resulta halagador incluso cuando uno escribe por diversión y nunca le he reclamado a nadie por eso. Lo que resulta doloroso es que cuando quieras publicarlos nuevamente comiences a recibir ataques y acusaciones de plagio por parte de los "nuevos autores" de tus propios escritos. Este mundo es cosa insólita. Saludos. Bicho.

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