La llave de la regadera

 

La llave del agua caliente de la regadera de mi casa está un poco desajustada… creo que posiblemente algunos de los lectores sepan a qué me refiero, pero trataré de explicarlo con cuidado para que se lo imaginen aquellos de ustedes que viven en el Hotel Waldorf Astoria: Cuando le doy una vuelta de unos cinco grados, pueden pasar dos cosas: o empieza a salir muchísima agua caliente o no cambia la temperatura previa del agua. Eso es una lata porque entonces cuando yo necesito agua más caliente o más fría empiezo a darle golpecitos leves a la llave, en el sentido correspondiente, para que poco a poco se mueva, menos de 5 grados a la vez, y se vaya calentando o enfriando. Varios de esos golpecitos parecen sin sentido, porque, aunque mueven la llave un poco hacia un lado o hacia el otro, no hacen que varíe la temperatura.

 

Hoy por la mañana, mientras daba golpecitos a la llave, me di cuenta de que eso se parecía a algo. Un momento después me di cuenta de qué era ese algo: Los golpecitos a la llave parecen infructuosos cuando no hacen que la temperatura cambie, pero, PERO, en realidad la llave tiene que pasar por los sitios por donde la llevo para finalmente variar la temperatura. Si no hago que la llave pase por ahí, nunca variaré la temperatura. A veces en mi vida he sentido que estoy en un tiempo de pausa en el que no avanzo a ningún lado. Ahora más bien pienso que estaba dándole golpecitos a la llave y ésta se movía en el sentido adecuado, pero aún no lo suficiente como para variar la temperatura… hasta que finalmente, los golpecitos fueron suficientes y la temperatura cambió de "fría" o "caliente" a "agradable".