Olvido

 
La cantidad de cosas que sabía de niño, cosas valiosas e importantes, cosas que ayudan a vivir y que había olvidado totalmente. Había olvidado que las sabía. Y se recuerdan en un momento, y son como andar en bicicleta… y uno agradece al cielo el saberlas.
 
Ahora, temo volver a olvidarlas.
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5 respuestas a Olvido

  1. . dijo:

     
    Lo dudo. Dudo que las olvides.
    Si olvidas esas cosas, estás olvidando vivir.
     
    Un cálido abrazo.

  2. La Piedra dijo:

     
     
    Cuando un dolor es realmente fuerte, justo entonces, cuando es más necesario recordar esas cosas, mi doc, nos bloqueamos. Olvidamos. Quizá no seas la excepción a la regla, pero llevas ventaja sobre el Andrés de antes: ya recuperaste una vez, siendo adulto, aquéllas cosas. Te será mucho más fácil que a otros hacerte de ellas nuevamente. Algo es algo.
     
    Deseando que nunca pases por situaciones que te hagan olvidar, te saludo.
     

  3. Ivonne dijo:

    He intentado capturarlas en mi computadora, pero me doy cuenta que solo se convierten en una lista escuata, que esas cosas importantes son un universo integro que se presentan en el momento adecuado sin estar memorizadas a fuerza.

  4. Luis Fernando dijo:

     
    Recuerda cuando nos echábamos por las escaleras en una colchoneta… recuerda cuando me hacías tomar ocho vasos de agua en un solo comercial sólo para verme vomitar… recuerda que cuando tú aprendías a tocar guitarra, tres mocositas te escuchaban atrás de la puerta… recuerda tu poster de "gente haciendo del baño" en plena vía pública… tus lentes de "dónde está Wally", tu amor por Susy desde antes de la adolescencia y lo que sentimos cuando nació Pedro…
    No puedo acordarme de tus primeros 6 años… pero de lo demás yo me encargo de recordarte.
    Un beso,
    Ale

  5. Lazarus dijo:

    Chiqui, es curioso que comentes esta entrada, porque justo la escribí volviendo de ver a Tía Ani en la triste situación de olvidar y volver a olvidar una y otra vez la muerte del Tío Memo…   😦
    Me acuerdo de las cosas que me dices, y algunas hasta las aprovecho ahora (mis chamacos se han visto beneficiados con el diseño 2.0 de las colchonetas-coche). No recuerdo lo de las mocositas oyéndome detrás de la puerta, porque no lo sabía… qué calladitas iban ¿eh? no me lo hubiera imaginado. Para completar la parte que no recuerdas, está que una navidad, a mis tres años, soñé que llegaba Santaclos, pero en vez de regalos traía… eh, no, mejor eso te lo cuento en vivo, que a lo mejor hay niños leyendo.
     
    Ah, y los lentes de Wally aún los tengo.
     
    Aprovecho para comentarle a Aldo Peña, mi doc de cabecera, que justo eso me pasa. Trato de capturar en la computadora lo que voy sintiendo y aprendiendo, pero el resultado siempre es pobre. Así que sigo dependiendo sobre todo de mí mismo para recordar las cosas importantes.

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